La Defensora de la Salud, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, Zulma Calderón, realizó una supervisión al área de CAPERE I del Hospital General San Juan de Dios, servicio especializado para la atención de pacientes COVID-19.
Hallazgos:
Actualmente el hospital cuenta con los siguientes servicios para la atención de pacientes COVID-19
- Capere I: 20 camas, debido a la emergencia se han ingresado hasta 70 pacientes. Este servicio funciona en parte de la infraestructura que corresponde al área de emergencia, estando separada solamente con división de tablas. Los pacientes han sido ingresados en sillas, camillas y bancas.
- Capere II: 26 camas
- Capere III: 26 camas
- Capere IV: 26 camas
- Intensivo: 6 camas
- Total de camas: 104 camas habilitadas, pese a ello en las áreas se encuentran alrededor de 180 camas por lo que los servicios están con ocupación de más del 100%.
- Están ingresados en CAPERE I un total de 60 pacientes, todos en condición delicada.
- Del total de 60 pacientes estaban siendo ventilados 18 y el resto dependientes de oxígeno.
- Durante el turno cubren el servicio 3 médicos residentes, quienes al momento de la supervisión eran responsables de la atención de 20 pacientes cada uno.
- Solamente está asignado un terapista respiratorio para la atención de los 60 pacientes.
- Personal de enfermería: 4 auxiliares y 1 enfermera profesional.
- El recurso humano es insuficiente para la cantidad de pacientes ingresados, tomando en cuenta la condición crítica de los mismos.
- La condición de los pacientes de este servicio corresponde a un área de intermedios e intensivo.
- El personal médico realiza turno de 24 horas en este servicio.
- Hacen falta tomas de oxígeno, ventiladores, monitores y bombas de infusión.
- El personal de mantenimiento no ingresa a las áreas COVID-19 por lo existen tomas de oxígeno que no están funcionando como corresponde.
- El personal de atención al usuario no ingresa al área COVID-19 por lo que se carga al personal médico para trasladar información de la evolución de los pacientes a los familiares.
- Están desabastecidos de Tocilizumab y el Remdesivir es limitado (se están escogiendo a los pacientes con mejor pronóstico para aplicarlo ya que no se cuenta con suficiente en existencia).
- No se cuenta con propofol y vencuronio. El abastecimiento de fentanyl y midazolam no es sostenido.
- Cuentan con dos máquinas para hemodiálisis. UNAERC remite a todos los pacientes positivos al hospital y es en este servicio que se les efectúa el tratamiento.
- Las familias que están comprando Tocilizumab están gastando entre 10 y 14 mil quetzales por el tratamiento.
- Por falta de reactivos no se están realizando laboratorios de Procalcitonina y Ferritina.
- Solamente en este servicio, durante 2021, han fallecido 442 pacientes (enero a la fecha).
Guatemala, 27 de agosto de 2021