Recuerda:
Que a pesar de que la prevención y reducción de la desnutrición infantil ha sido prioridad explícita de los últimos gobiernos, las prevalencias continúan siendo altas. La irreductible desnutrición crónica que lacera la vida del 46.5% de la niñez menor de 5 años, es la más elevada de América Latina y el Caribe y la sexta más alta del mundo, únicamente después de Burundi (55.9 %), Eritrea (50.3 %), Timor del Este (50.2 %), Papúa Nueva Guinea (49.5) y Madagascar (49.2 %).
Que otra agenda pendiente del Estado es la mitigación de la desnutrición aguda, resultado de la pérdida de peso asociada con períodos recientes de hambre o enfermedad, que se desarrolla rápidamente. En la semana del 16 al 22 de agosto pasado, se registraron 20,924 casos de niños y niñas con desnutrición aguda y 13 muertes asociadas. En relación a hace un años, son 9,262 casos más; los departamentos donde se registran las mayores proporciones son San Marcos (15.2%), Escuintla (13.2%), Huehuetenango (10.1%) y Alta Verapaz (7.9%).
Expresa:
Su preocupación ante el alarmante aumento de casos de desnutrición aguda en la niñez menor de 5 años, pues el padecimiento de la desnutrición aguda está estrechamente vinculado a la oportuna detección y tratamiento, y con el derecho a la vida.
Que la pandemia COVID-19 ha agudizado la problemática de seguridad alimentaria nutricional, que incrementa el riesgo de no disponibilidad ni acceso a alimentos.
Recomienda:
Al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social,
- Fortalecer las capacidades de detección de casos de desnutrición aguda y garantizar el tratamiento para la recuperación de la niñez afectada.
- Asimismo, oficializar de manera oportuna el registro de casos de desnutrición aguda para el seguimiento correspondiente.
A la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional,
Continuar con la coordinación y articulación interinstitucional para el abordaje de la desnutrición infantil, asegurando la operativización central, departamental, municipal y comunitaria de las estrategias orientadas a la prevención y reducción de la desnutrición crónica y aguda.
Guatemala, 21 de septiembre de 2020.