La vida es un derecho fundamental, amparado en el artículo tres de la Constitución Política de la República, así como a tenor de tratados internacionales de derechos humanos ratificados soberanamente por el Estado guatemalteco. Por lo tanto, es un derecho cuya protección y promoción es mandato central en el quehacer de la Procuraduría de los Derechos Humanos -PDH-.