Recuerda:

Que el 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas resolvió que el 9 de agosto de cada año se celebre el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas. El propósito de la celebración es fortalecer la cooperación internacional para contribuir a enfrentar los problemas de las comunidades indígenas en áreas como los derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo, la educación y la salud. Al mismo tiempo, busca llamar la atención de los Estados y de la opinión pública para dar a conocer problemas sin resolver de las poblaciones indígenas que requieren la puesta en marcha de

políticas concretas.

Que más de 476 millones de personas pertenecen a pueblos indígenas, que viven en 90 países; alrededor de 8 millones habitan en Guatemala. Estos pueblos poseen una gran diversidad cultural, idiomas, tradiciones y sistemas de conocimiento excepcionales. Cultivan una relación especial con la tierra y portan diversos conceptos de desarrollo sostenidos en sus cosmovisiones.

Que, no obstante, en Guatemala, los pueblos indígenas han sido secularmente despojados, excluidos y marginados, siendo blanco de oprobiosas prácticas de discriminación y racismo. Las poblaciones indígenas presentan los peores indicadores de desarrollo humano, incluyendo bajo acceso a los servicios de salud, educación, infraestructura y justicia, así como restricciones de acceder a activos como la tierra y otros recursos naturales; por lo general, además, han estado subrepresentados en los órganos de toma de decisiones, lo cual refuerza las limitaciones para el reconocimiento y ejercicio de sus derechos humanos, individuales y colectivos.

Expresa:

Que durante la pandemia del Covid-19, se ha prolongado el abandono y la desatención gubernamental hacia las poblaciones indígenas de Guatemala. Que, como de todos es sabido, la crisis sanitaria ha exacerbado las condiciones de pobreza, precariedad laboral, disponibilidad de alimentos básicos, enfermedades y colapso de las escuelas, particularmente en los territorios habitados por poblaciones indígenas.

Que a pesar de las adversidades y restricciones, los pueblos indígenas han venido consolidándose como un sujeto de transformación social, política y económica que reclama al Estado justicia y verdad, a la vez que condena públicamente la corrupción y la impunidad de quienes desde el poder cometen latrocinio contra los bienes públicos. A la vez, las más diversas organizaciones indígenas están proponiendo un nuevo contrato social que los incluya plenamente, como una ruta de salida a la crisis integral que atraviesa el Estado.

Reitera:

Su firme compromiso con los pueblos maya, xinca, garífuna y afrodescendientes, de continuar velando porque la administración pública dé cumplimiento al pleno goce de sus derechos humanos, individuales y colectivos, como piedra angular para edificar una sociedad democrática, con legítimas aspiraciones a convivir en paz, respeto a las diferencias y procurando un desarrollo con identidad.

Recomienda:

Al Estado de Guatemala, una vez más, el pleno cumplimiento de sus fines y deberes, resumidos en los artículos 1 y 2 de la Constitución Política de la República.

Guatemala, 9 de agosto 2021