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78/19 Procurador de los Derechos Humanos presenta Informe de Línea de Base del Estado Situacional de los Derechos de la Juventud en Guatemala 2014-2017

Procurador de los Derechos Humanos

presenta Informe de Línea de Base del Estado  

Situacional de los Derechos de la Juventud en Guatemala

2014-2017

  En 2018, el Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas Andrade y representantes de las organizaciones que integran el Observatorio de Derechos de la Juventud[1] firmaron una carta de entendimiento que entre sus objetivos planteó evidenciar, pública y oportunamente, violaciones a los derechos de la juventud y/o la vulneración de éstos; promover la participación ciudadana de la juventud en el impulso de una agenda estratégica de derechos humanos y generar opiniones y debate público a favor de cambios en prácticas, patrones o tendencias que violan o puedan llevar a situaciones violatorias de los derechos de ese grupo poblacional. En ese marco, se consideró relevante el desarrollo de un Informe de Línea de Base de la situación de los derechos de la juventud en Guatemala, mismo que contó con el apoyo técnico del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por su siglas en inglés), cuyo objetivo es mostrar el estado de los derechos humanos de la juventud guatemalteca, en el periodo 2014-2017, a partir del análisis de información procedente de encuestas nacionales y registros producidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y otras fuentes de información primaria. Los indicadores seleccionados fueron estructurados con base en las áreas estratégicas de la Política Nacional de Juventud 2012-2020, focalizando su atención en educación, trabajo, salud, recreación, cultura, deportes, vivienda, prevención de la violencia y participación ciudadana. El informe documenta las principales brechas que impactan en el desarrollo y ejercicio pleno de los derechos de las y los jóvenes en Guatemala, lo que va más allá de la dimensión etaria y adquiere particularidades en función de la diversidad étnica y cultural, resaltando los siguientes indicadores:
  • 4 de cada 10 adolescentes entre 13 y 15 años asistieron al ciclo básico.
  • 2 de cada 10 adolescentes de 16 a 18 años asistieron al ciclo diversificado.
  • Únicamente el 5.7% de las y los jóvenes accedió a educación universitaria.
  • De la PEA joven, 20% son adolescentes de 14 a 17 años.
  • El 86.5% de adolescentes y jóvenes indígenas que trabajan lo hacen en un empleo informal.
  • Apenas 2.1% de la juventud tiene acceso a un trabajo formal, protección social y salario igual o mayor al mínimo.
  • La tasa de fecundidad para las jóvenes del área rural de 20 a 24 años (198 nacimientos) y de 25 a 29 años (170 nacimientos) está muy por encima de la tasa general (112 nacimientos por cada 1,000 mujeres en edad reproductiva).
  • 3% del registro de nacidos vivos corresponde a mujeres adolescentes y jóvenes de 13 a 29 años. En 2017 se registraron 73 nacimientos en niñas menores de 13 años.
  • 6% de las y los jóvenes dedicaron tiempo el día anterior para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento fuera del hogar.
  • Del total de jóvenes que sufrieron violencia intrafamiliar, 91.88% fueron mujeres, siendo los principales agresores los esposos, convivientes y ex-cónyuges.
  • Del total de delitos sexuales cometidos contra jóvenes, 94.06% corresponde a mujeres.
  • En las viviendas en las que habitan las y los jovenes el material predominante en las paredes exteriores es block 56.6%; adobe 16.6%; madera 14.4% y lámina metálica 5.7%.
  • El material predominante del techo es lámina metálica, 73.9%; concreto, 18.2%; teja, 4.9% y paja, palma o similar, 2.3%.
  • El material predominante en el piso de la vivienda es torta de cemento, 40.6%; tierra, 29.3%; ladrillo cerámico, 15% y ladrillo de cemento, 13.8%.
  • Únicamente 3.5% de las y los jóvenes se identificaron como miembros o participantes de algún grupo, organización o asociación.
  • Las principales organizaciones en las que participa la juventud son grupos religiosos, 69.6%; Consejos Comunitarios de Desarrollo, 6.9%; comité escolar, 3.6%; grupo deportivo, 3.2%; grupos de mujeres, 2.5%, grupos de jóvenes, 1.9%, y en alguna organización política, 0.1%.
  • En 2015, del total de candidaturas para las elecciones generales, únicamente 14.8% correspondían a jóvenes de 18 a 30 años.
Estos indicadores constituyen un llamado a continuar trabajando a favor de la juventud, ya que a pesar de la aprobación de múltiples políticas públicas y estrategias que están orientadas a su atención, las condiciones de pobreza y desigualdad persisten, particularmente para las jóvenes, la juventud indígena y la juventud que vive en el área rural, limitando su desarrollo integral y el pleno goce de todos sus derechos. El informe presentado por el Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas Andrade, concluye que la aprobación de la Política Nacional de la Juventud 2012-2020, se consideró como un paso fundamental para dar respuesta a las diferentes problemáticas que afectan la vida y desarrollo de la juventud; sin embargo, en la medida en que avanzó su implementación y el debilitamiento al Gabinete Específico de Juventud, las acciones desarrolladas no previeron su articulación con otras políticas o compromisos internacionales en materia de derechos de la juventud, limitando su impacto y dispersando la actuación interinstitucional, demandando una respuesta integral y focalizada en las y los jóvenes con mayor vulnerabilidad. Destaca la ausencia de registro de información respecto de variables relacionadas con jóvenes lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) y juventud con discapacidad; así como para obtener información desagregada sobre pertenencia étnica, en virtud que la información relacionada con población indígena y no indígena no permite conocer cuánta de esa población pertenece a cada uno de los cuatro pueblos que cohabitan el territorio nacional. Los indicadores de acceso a educación básica, diversificada y universitaria permiten afirmar que en la medida que las y los adolescentes transitan hacia la juventud disminuye su posibilidad de gozar este derecho, lo que se agrava en los departamentos con mayor población indígena y rural; esta situación limita la posibilidad de gozar otros derechos y diseñar sus propios proyectos de vida. El informe está disponible en www.pdh.org.gt  

Guatemala, 31 de julio de 2019

      [1] Actualmente está integrado por Asociación Liderazgo Joven (Go Joven), Red de Jóvenes para la Incidencia Política             (Incidejoven),  Asociación Paz Joven, Asociación Guatemalteca de Artistas del Hip Hop (Trasciende), Movimiento de Jóvenes Mayas (Mojomayas), Red de Jóvenes Positivos (RAJ+), Sociedad Civil para el Desarrollo de la Juventud (Sodeju), Asociación por Una Vida Digna-Programa Jóvenes Contra la Violencia; Asociación Caja Lúdica, Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala (ICCPG),  Instituto Centroamericano de Estudios para la Democracia Social (DEMOS) y la Procuraduría de los Derechos Humanos.  
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